miércoles, 12 de marzo de 2014

Los espejos de Stephen y los tambores de Bloco Malagasy

El viaje de vuelta de Siem Reap a Phnom Penh fue el origen de dos historias muy especiales que han sucedido esta semana: los espejos de Stephen y los tambores de Bloco Malagasy. Ambas se juntaron el lunes en PSE.

En las más de siete horas que pasamos navegando por el Tonle Sap tuvimos la ocasión de conocer a Stephen Summer. Como un día después, sorprendidos, harían los niños de PSE, no pudimos hacer otra cosa que fijarnos en él. Era, es, un hombre alto, hablador, divertido... y con una pierna amputada en la que tiene una prótesis de metal. Transmitía una energía y una vitalidad muy especiales, cargadas de positivismo. Se había subido al barco junto con su bicicleta y no tardamos mucho en comenzar a hablar. Carlota había leído su historia en algún artículo y pronto intercambiamos experiencias sobre Camboya y el trabajo en las ONGs.

Él nos habló de Me and My Mirror, su proyecto. Durante este año ha viajado por todo el país intentando ayudar a gente que, como él, han sufrido la amputación de alguno de sus miembros. Apasionado del ciclismo, estuvo cerca de morir tras un accidente en la Toscana; fue allí donde perdió la pierna. Desde entonces, sufría el Síndrome del Miembro Fantasma (Phantom Limb Pain). Su cerebro seguía recibiendo impulsos de los nervios que lo conectaban al miembro perdido, lo que le generaba dolor y frustración. Un día comenzó a utilizar una sencilla técnica para "engañar" al cerebro. Colocando un espejo entre sus piernas donde reflejaba el miembro restante, al moverlo conseguía que su cerebro creyera que seguía teniendo el perdido. Le supuso un alivio inmediato.

Sintiéndose, a pesar de todo, un tipo con suerte, quiso compartir la técnica con gente desfavorecida en Camboya, un país todavía plagado de minas antipersona y, en consecuencia, un país donde viven muchos amputados. La técnica de los espejos, además de sencilla, es barata. Durante todo el año ha viajado con su bicicleta por Camboya explicando el método y ayudando a hacer espejos en las comunidades que visitaba.

El viaje de Stephen. MyandMyMirror.org

La historia de Stephen es un ejemplo claro de superación y haberlo conocido una de las mejores sorpresas del viaje del fin de semana. Pero la historia no se quedó ahí. Hablando con él, de la gente que había conocido en Battambang y de historias que transmiten buen rollo y buenas vibraciones, surgió la de Coconut Water (Agua de Coco). Se trata de una ONG que utiliza la educación como motor del desarrollo y que está presente en varios países, entre ellos Madagascar y Camboya. Uno de sus proyectos, Bloco Malagasy, consiste en crear grupos de música con niñas malgaches que han sufrido problemas de prostitución. Cada año hacen una gira y este año visitaron a sus compañeros de Camboya. En los días que estuvieron en Phnom Penh, tuvieron a bien dar un concierto en PSE. Por supuesto, invitamos a Stephen.

El concierto fue uno de esos eventos en los que, por una cosa o por otra, te cargas de energía. Hay algo en el ambiente que te llena. El estruendo de los tambores llenó PSE en plena hora de la siesta. Nadie la echó de menos. Los ritmos de la batucada y la alegría con que las niñas tocaban fueron la mejor manera de empezar la semana. Los niños, muy obedientes, estuvieron sentados durante toda la actuación, pero no dejaban de sonreír y dar palmas. Los profesores, de pie, eran quienes más se animaban a bailar. Y entre todos ellos, Pablo, Carlota, Stephen y yo. Stephen, por supuesto, era el centro de atención, sobre todo de las pensionnaires. Más alto todavía de lo que lo recordábamos el día anterior, los niños lo miraban atónitos, en parte su pierna, en parte porque no podía parar de moverse y bailar.

 Concierto de las niñas de Malagasy (Coconut Water) en PSE

El concierto de las chicas de Bloco Malagasy fue más corto de lo que hubiéramos querido, pero eso es una buena señal. Tras él, pudimos hablar con el responsable del grupo, un español, granadino, que nos hablaba con entusiasmo de su proyecto. Después de la tarde de lunes, dos cosas sabemos que son seguras: que Bloco Malagasy volverá a Phnom Penh y que Stephen seguirá recorriendo kilómetros con su bicicleta y sus espejos.

Vínculos de interés:
Agradecimientos: Vídeo cortesía de Stephen Summer. Fotos cortesía de Edvige Bordone y Pour un Sourire d'Enfant

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