lunes, 27 de enero de 2014

¡Comienzan los cuartos!

Ni la Liga, ni la Copa, ni la Champions; ni la Premier, ni la FA Cup. Esta semana comienzan los cuartos de final de la PSE Staff League (PSL). Después de una emocionante última semana de competición liguera, los cruces de las eliminatorias finales han quedado decididos. Son los siguientes:


Por supuesto, los cuartos han deparado muchas sorpresas. Cuando se especula con el resultado, acaban dándose cruces tan endiablados como un Top Six contra Tsunamic-English. Como dirían los clásicos, es "una final anticipada". Uno de los dos "cocos" quedará eliminado a las primeras de cambio. Es como si se enfrentaran Alemania y Brasil, o el Barcelona y el Manchester City.

También fue una sorpresa la derrota de Business Empire frente al Social United, el equipo del Departamento Social. La derrota les arrebataba el primer puesto de la liguilla, relegándoles, además, a la supuesta parte difícil del cuadro. A ellos les correspondería enfrentarse al ganador del partido entre Top Six y Tsunamic-English.

Como ya anuncié en el anterior "flash deportivo", Blue Lander reeditará su enfrentamiento de cuartos del año pasado contra Reachsey. Este año, los azules somos uno de esos favoritos como la España de 2002 ó la de 2006: un eterno aspirante. ¿Pasaremos adelante o caeremos en cuartos, "como siempre"? Este año "es nuestro año", tiene que serlo. De ganar, nuestro rival saldría del cruce entre Hospitality StrikerMix Personnel, quien paso a paso y sin hacer ruido se hizo con el título de campeón de la fase regular.

En fin, apuntad el horario: las cinco y media de la tarde (hora camboyana), las once y media españolas. Sintonizad vuestros transistores para el carrusel deportivo... No, no podréis hacer. No lo retransmiten en ningún sitio, no somos tan importantes, pero nos lo creemos. Las eliminatorias, eso sí, prometen ser interesantes. Las contaré aquí.

Anexo: Clasificación final de la liguilla previa a las eliminatorias


Estadísticas:
  • Equipo más goleador: Top Six
  • Máximo goleador: Pen Kosal (40 goles)
  • Máximo goleador extranjero: Pablo Zarauza (13 goles )
  • Equipo menos goleado: Blue Lander
  • Portero menos goleado: Álvaro Mayoral (1,875 goles por partido en 7 partidos jugados)
  • Equipo más amonestado: Blue Lander (5 tarjetas amarillas y 1 roja)
  • Equipos menos amonestados: FO United y Mix Personnel (ninguna tarjeta)

domingo, 19 de enero de 2014

Paillote 3: Vealsbov

Desde que me hablaron por primera vez de PSE y de los Summer Camps, sabía que cuando llegara a Phnom Penh tenía que hacer una visita a la Paillote 3. También conocida como Vealsbov, es una comunidad no muy lejos del centro de la capital donde vive un gran grupo de familias a las que ayuda PSE. Por unas cosas o por otras, fui retrasando la visita hasta que hoy, lleno de nuevos propósitos en mi vuelta a Camboya, la he realizado.

He tenido la suerte de ser guiado por Pablo, que fue coordinador allí en el verano de 2012. También por Carlota, Sophea y Sopheak. A buen seguro, se pueden decir muchas cosas sobre la paillote. Cualquiera de los voluntarios que ha pasado por allí podría contar mil historias mucho mejores de las que yo podría relatar tras una visita de una mañana. Por eso, lo mejor que puedo hacer hoy es compartir alguna de las fotografías que he tomado. Seguro que ayudan a conocer mejor la comunidad y los niños que viven allí:

La Paillote 3


Niños jugando en la Paillote 3

"Casas" donde viven las familias de la comunidad de Vealsbov 

sábado, 18 de enero de 2014

Flash deportivo de la PSE Staff League

A falta únicamente de tres partidos para que finalice la fase de liguilla de la PSE Staff League (PSL), el primer cruce de cuartos de final está decidido. Será el que enfrentará a Blue Lander con Reachsey, cuarto y quinto respectivamente en la clasificación, puestos que no variarán, ya que los partidos pendientes no afectan a estas posiciones. El partido será una revancha de la eliminatoria de cuartos del año pasado, donde Reachsey venció a los blues. En el enfrentamiento de la temporada actual, Blue Lander salió victorioso en el partido inaugural de la PSL. Será, sin duda, una partido abierto.

Con pocos puestos pendientes de decidir, la tabla clasificatoria ha deparado numerosas sorpresas, que generarán eliminatorias envenenadas. Precisamente para evitar un cruce trampa, Reachsey especuló con el resultado en su partido contra Mix Personnel, llegando a perder para evitar enfrentarse en cuartos a Tsunamic-English, el auténtico "coco" del grupo, que se ha reforzado en el mercado de la estación seca con un gran fichaje.

De darse los resultados esperados en los partidos finales, tanto Blue Lander como Reachsey evitarían a Tsunamic-English y Top Six hasta una hipotética final. Desde Blue Lander, su eterno capitán, Sokhen, se muestra esperanzado ante la nueva fase y afirma que, en todo caso "hay que ir partido a partido".


viernes, 17 de enero de 2014

La vuelta a @psncamboya

Desde el mismo momento en que publiqué que me encontraba en Singapur, apenas a una hora y media de vuelo de Phnom Penh, empecé a recibir mensajes de mis compañeros camboyanos. No les había dicho hasta entonces el día exacto en que volvía; entre otras cosas porque cuando me marché de aquí, no lo sabía ni yo. En ese inglés que sólo entendemos entre nosotros, me escribían palabras de cariño e ilusión por el regreso. Dos horas después, aterrizaba en Phnom Penh.

El día de mi llegada fue el típico día de jet lag. Habían pasado unas veinte horas desde que salí de Madrid y, sin embargo, en España era el mismo día. Había hecho una suerte de "regreso al futuro". La mañana se me escapó deshaciendo maletas y la tarde pasó rápido. En algún momento me debí dormir porque se me hizo muy corta. Llegó la noche y, con ella, la visita de Pablo y Carlota para cenar y ponernos al día. Parecía que no habían pasado los días, las cuatro semanas que había estado fuera. Al fin y al cabo, habíamos hablado durante casi todas las vacaciones. Aún así, teníamos muchas cosas que contarnos, todas buenas. Más tarde llegó mi hermano. Al verlo, se me hizo raro recordar que hacía unos meses era yo quien lo iba a buscar al aeropuerto. Tras una larga sobremesa, las risas y anécdotas dejaron paso al cansancio acumulado del viaje. Al día siguiente continuarían los reencuentros. Y fueron muchos.

El reencuentro con PSE fue realmente especial. Especial y difícil de describir. Es difícil no porque sea duro, al contrario. Es difícil porque "simplemente" es complicado. Es algo que saben los voluntarios que repiten cada verano, año tras año. Es algo que sabe la gente que colabora frecuentemente con la organización. Es algo que, desde luego, saben Pablo y Carlota. Es algo que ahora sé yo también. Es volver a ver a compañeros, a tus "nuevos amigos", a los niños. Es que te digan que los pequeños han preguntado por ti durante las semanas que has estado fuera. Es ver cómo se alegran al verte. Es... es algo que no se describe con palabras. Quizás la mejor manera de entenderlo sea viendo las fotografías de los niños para los que trabajamos que diariamente toma Carlota. Quizás sólo así pueda explicar lo que significa volver a PSE. Aquí hay sólo una. Os animo a verlas todas en la cuenta de Instagram @psncamboya.


miércoles, 15 de enero de 2014

El vuelo SQ067. Camboya, segunda temporada

“To see the world, things dangerous to come to, to see behind walls, draw closer, to find each other and to feel. That is the purpose of life”

Casi un año después me encuentro nuevamente viajando en un avión a mil kilómetros por hora y diez mil metros de altitud cruzando tres continentes, un mar y un océano. Esta vez no voy hacia lo desconocido. Esta vez vuelvo a mi “otra casa”. Aunque no lo conozca todo, esta vez sé cómo es el país, cómo es su gente y cómo será mi trabajo. Consciente de que dejo en España a mi familia y a muchos amigos, esta vez sé que en Camboya me reencontraré con mi hermano y otros tantos amigos. Esta vez sé lo que me espera y, sin embargo, la experiencia sigue siendo una aventura.

Sigue siendo una aventura porque tengo ganas de conocer más, de hacer más, de desaprender más. Sigue siendo una aventura, quizás sólo ahora una verdadera, porque en esta ocasión soy un equilibrista sin red, sin trucos. No hay un “plan B”, tan sólo una fecha: finales de abril. Tras haber decidido no prolongar mi excedencia de Accenture, me he dado cuenta de que a veces es necesario sentir el vértigo del funámbulo sin arnés de seguridad. El vértigo me saca de la inercia, de la rutina, de lo confortable. El vértigo me hace sentir incómodo, sí, pero me hace sentir con intensidad. El vértigo me obliga más, me exige más. El vértigo… lo estaba buscando y me está comenzando a gustar.

Guiado por ese vértigo, en unas horas, no sé cuántas, llegaré de nuevo a Phnom Penh. Mi cuerpo tendrá que volverse a adaptar al horario, al clima, a la comida. Mi hermano me vendrá a buscar. Pablo, Carlota y toda la gente a la que he conocido este año ya estarán allí. En esta ocasión, seré “el último en llegar”. Será distinto; por eso seguirá siendo una aventura. Mi “segunda temporada” en Camboya empieza hoy con ilusiones renovadas. La ilusión por los nuevos encuentros, por acertar y equivocarme, por no conformarme, por ir más allá. La ilusión por “mojarme”, por no sentirme indiferente. Y, sobre todo, la ilusión por compartirlo. Por todo ello, y por muchas cosas que todavía no sé, estoy convencido de que esta “segunda temporada” será un éxito.


lunes, 13 de enero de 2014

Breve nota antes de volver a Camboya

Antes de volver a Camboya, quiero dar las gracias a todos los que os habéis preocupado por mí durante estas semanas en España. A los que he visto y a los que no he podido ver, con los que he hablado o intercambiado mensajes y a los que a pesar de no habernos visto ni hablado, habéis pensado en mí.

Gracias por vuestras preguntas, por tener la paciencia de escuchar mis respuestas, por vuestros ánimos, por todo.

martes, 7 de enero de 2014

El elefante encadenado. Apéndice a mi (des)aprendizaje en Camboya

En ocasiones, hay cuentos que explican mejor lo que uno ha aprendido (o desaprendido). En ésta, es un cuento de Jorge Bucay, "El elefante encadenado":
De pequeño me gustaba el circo. Me encantaban los espectáculos con animales y el animal que más me gustaba era el elefante. Me impresionaban sus enormes dimensiones y su fuerza descomunal. Después de la función, al salir de la carpa, me quedaba extrañado al ver el animal atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que le aprisionaba una de las patas. La cadena era gruesa, pero la estaca era un ridículo trozo de madera clavado a pocos centímetros de profundidad. Era evidente que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo también podía tirar de aquel minúsculo tronco y huir. 
- ¿Por qué no la arranca y se escapa? - pregunté a mis padres. 
Me contestaron que era porque estaba amaestrado. La respuesta, sin embargo, no me satisfizo. «Si estaba amaestrado, ¿por qué lo tenían atado?». Pregunté a parientes y maestros y pasó mucho tiempo, mucho, hasta que alguien que resultó ser un sabio me dio una respuesta convincente: «El elefante del circo no se escapa porque está atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño ». 
Entonces me imaginé el elefante recién nacido y atado a una estaca. Seguro que el animal tiró y tiró tratando de liberarse. Debía terminar el día agotado porque aquella estaca era más fuerte que él. Al día siguiente debía volver a probar con el mismo resultado y al tercer día igual. Y así hasta que un día terrible para el resto de su vida, el elefante aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Desde entonces, el elefante tenía grabado el recuerdo de su impotencia. Y lo que es peor, nunca más volvió a cuestionarse ese recuerdo y nunca más volvió a poner a prueba su fuerza. 
A menudo a las personas nos pasa lo mismo. Vivimos encadenados a estacas que nos quitan libertad. Pensamos que «no podemos» hacer tal cosa o tal otra sencillamente porque un día, hace mucho tiempo, lo intentamos y no lo conseguimos. Entonces nos grabamos en la memoria este mensaje: «no puedo y no podré nunca». Esta creencia autoimpuesta nos ha limitado desde entonces y no la hemos cuestionado más. Seguramente ahora somos más fuertes y estamos más preparados, pero aquel recuerdo nos frena a la hora de intentar liberarnos. No debería ser así.

Bibliografía: "Déjame que te cuente", Jorge Bucay. Barcelona, 2004. RBA