martes, 16 de julio de 2013

Singapur y Malasia

La semana pasada inicié mi primer viaje por otros países del Sudeste Asiático desde que estoy en Camboya. Junto con mi amigo Carlos, estuve en Singapur y Malasia, de los pocos países de la zona que él todavía no había visitado. Tan cerca y tan lejos. Tan cerca de Camboya y tan diferentes a la vez. Volver hoy a Phnom Penh después de visitar Singapur y Kuala Lumpur me ha impactado más que el día que llegué desde Madrid.

En febrero, cuando pisé Camboya por primera vez, estaba preparado para todo. El choque entre Oriente y Occidente, entre Asia y Europa, entre la pobreza y el estado del bienestar. Con las lógicas sorpresas, encontré lo que esperaba. Sin embargo, el choque tras conocer Singapur y Malasia ha sido mayor que el que viví tras al aterrizar de Madrid. A tan sólo una hora y media de Phnom Penh, compartiendo muchas tradiciones y cultura, se encuentra un mundo totalmente diferente. Singapur y Malasia están a años luz de Camboya. Mejor dicho, Camboya está a años luz de ellos.

 Izquierda: Marina Bay Sands, Singapur. Derecha: Petronas Towers, Kuala Lumpur

Lo que se ve en las calles de estos dos tigres asiáticos es organización, limpieza, desarrollo. Orden frente al caos. Respeto a las normas frente al "sálvese quien pueda". Dentro de la reserva de los asiáticos, sentido de comunidad frente a un individualismo donde no existe "el otro". Todo ello en Singapur elevado a la máxima potencia. Transporte público, sensación de seguridad. Espacios públicos, parques, jardines, teatros. Por lo que he leído, también una educación y servicios sanitarios públicos y de calidad.

La vuelta a Phnom Penh, la antítesis de todo lo anterior, me ha hecho plantearme más preguntas o planteármelas con más fuerza. ¿Por qué hay tantas diferencias entre países? ¿Por qué hay tantas desigualdades? ¿Por qué unos avanzan y otros no? No tengo respuestas, pero sí datos que pueden apoyar que un mayor grado de libertad y menor intervencionismo, pueden ayudar:

Índice de Libertad Económica 2012. The Heritage Foundation

Podría ser razonable pensar que a mayor libertad económica, mayor desarrollo. El estudio de The Heritage Foundation sobre Libertad Económica así lo concluye. Añade además que el índice de pobreza de los países mayor o moderadamente libres es de un 8%, mientras que en las economías mayormente controladas o reprimidas, es del 24%. El Producto Nacional Bruto per capita varía enormemente en función de la libertad del país. De 2.400 dólares en Camboya a 60.900 en Singapur, pasando por los 16.900 de Malasia y lo 30.400 de España. A mayor libertad, pues, mayor desarrollo. Pero no sólo será eso. La respuesta no sólo será la economía. Serán muchas más libertades además de la económica. Estoy seguro de que a lo largo del año seguiré viajando y teniendo la oportunidad de vivir, conocer y comparar más países. Quizás al hacerlo encuentre más respuestas.

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