domingo, 9 de junio de 2013

Karaoke

Karaoke
(Del jap. karaoke, de kara 'vacío' y oke, acort. de okesutora 'orquesta').
1. m. Diversión consistente en interpretar una canción sobre un fondo musical grabado, mientras se sigue la letra que aparece en una pantalla.
2. m. Equipo técnico compuesto por amplificador de sonido, micrófono, etc., que se usa para el karaoke.
3. m. Local público con instalaciones para el karaoke.
La RAE, que siempre "limpia, fija y da esplendor" a los vocablos de la lengua castellana, ha incorporado con acierto el término "karaoke" a nuestro idioma. Con acierto, sí, aunque quizás la primera acepción se quede algo escasa. Es cierto que se trata de una diversión. Lo es. Empieza a ser menos cierto aquello de "interpretar", por mucho que efectivamente sea una canción sobre un fondo musical grabado. "Interpretar" lo hacen algunos. Otros literalmente destrozan la canción. Claro que eso puede ser entendido como "interpretar la canción de manera libre". La letra "se sigue". Más bien se intenta seguir. A veces literalmente se inventa.

Son muchos los matices que se quedan fuera de la definición. Por ejemplo, la tipología de los asistentes a un karaoke. Creo que se pueden resumir en los siguientes:
  • La "antigua gloria" que sorprende a todos con su maravillosa voz. También puede ser "gloria frustrada" que nunca llegó a nada en el mundo de la canción.
  • El que "canta con sentimiento", normalmente canciones tristes y que impacta a la audiencia.
  • El "ausente", que se pasa la velada intentando elegir una canción entre el catálogo de miles de canciones que, en Camboya, puede incluir versiones de "La Macarena" (Makarina) y el mismísimo "Aserejé". 
  • El "gracioso", que disimula que no canta bien tergiversando la letra o haciendo bailes ridículos.
  • La "pareja a lo Pimpinela". Para todos los que conozcan el dueto "Pimpinela", queda todo dicho.
  • El que "ha bebido de más", quizás el más fácilmente identificable por su dificultad al pronunciar y moverse por el escenario.
De todos ellos hubo alguno en mi primera visita a un karaoke camboyano. Fue en una cena con el Departamento Social de PSE. Phnom Penh está llena de KTVs, o bares con karaoke. Pasar la tarde en ellos es una costumbre muy extendida. Allí descubrí que todas las ideas preconcebidas acerca de un karaoke son ciertas. Y que en Camboya se elevan a la máxima potencia. Porque, si la diversidad de cantantes de karaoke es digna de reseñar, no lo es menos la calidad y temática de los vídeos. Después de haber pasado más de dos horas en un karaoke y visto más de veinte canciones, creo que la categoría de "Mejor Vídeo de Karaoke" debería ser incluida en los Oscar. La manera de reflejar con imágenes la temática de la canción es, literalmente, impagable.

Supongo que para los que están por venir la visita a un karaoke será uno apartados incluidos en el itinerario, al mismo nivel que la visita al Palacio Real o el Museo Nacional. Que vayan preparando canción en inglés. Seguro que está incluida en el catálogo, que es más largo que la Enciclopedia Británica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario