domingo, 24 de marzo de 2013

En la otra ribera del Mekong

Cinco personas. Cuatro bicicletas. Una excursión a la otra ribera del Mekong. ¿Cómo lo hicimos? Una de las bicicletas era el tándem de Camille y Simón. El resto éramos Jérôme, Sophoam y yo mismo, con nuestras propias "máquinas". El Sap y el Mekong los cruzamos en barco.

De Camille, Simon y su blog Nez à Nez ya he hablado en alguna entrada anterior, no así de Jérôme y Sophoan. Jérôme es socio de una empresa que fabrica muebles en Camboya y los distribuye en Francia. En ella trabaja Sophoam, nuestro guía de la jornada. La empresa colabora además con FLIP, uno de los proyectos de PSE focalizado en el acceso al mundo laboral de los padres (fundamentalmente madres) de los niños a los que ayuda la ONG para obtener un ingreso extra que colabore a la economía familiar. Jérôme y Albert, los dos socios, se alternan durante el año para supervisar el trabajo de la pequeña fábrica al lado de PSE. Ambos se suelen alojar durante su estancia en la Guest House y es allí donde he conocido a ambos.

La excursión surgió a propuesta de Jérôme. En diciembre, la última vez que estuvo en Phnom Penh, había hecho una ruta parecida y al contársela a Sophoan, éste le propuso repetirla haciendo escala para comer en la casa de su familia en el campo. Jérôme, que sabía de la experiencia en tándem de Camille y Simon y que yo tenía una bicicleta, no dudó en ofrecernos el plan. Tampoco nosotros en aceptarlo. Quedamos el domingo a las nueve en el Monumento de la Independencia.

Y allí estábamos. A las nueve en punto. Es curioso ver cómo desde el primer momento todo el mundo se fija en el tándem. En realidad es normal. Yo mismo he visto muy pocos y aquí no debe haber muchos. La cara de la gente, sobre todo los niños, sorprendida en un primer momento y avisando a sus amigos al paso del tándem fue una tónica durante toda la jornada. Hello, hello! decía todo el mundo a nuestro paso. Simon, capitán del tándem, presumía de que en el Sudeste Asiático todo el mundo le conoce.

El primer barco lo cogimos cerca del complejo de Naga World y nos llevó hasta la otra ribera, cruzando el Sap y el Mekong, que confluyen justo en Phnom Penh. Es increíble cómo el simple hecho de cruzar el río - los ríos - hace que cambie tanto el paisaje. Del tráfico, los olores y el ajetreo de la ciudad se pasa en menos de veinte minutos a otro tipo de tráfico y de olores y, desde luego, a un clima mucho más relajado. El tráfico ya no es de coches y motos; los primeros desaparecen. La gente va más tranquilamente, conduce a sus vacas al río para que se refresquen o entrena a sus pequeños caballos. Los olores no son los de la ciudad, son los del campo, los de las cocinas, los de los animales. El color verde domina el paisaje incluso en la época seca. No dejan de sorprenderme los árboles de frutas tropicales. Hay mangos en casi cada casa, frutas del dragón, árboles de jack. Son colores, formas y sabores muy distintos... y muy ricos.


Después de unos cinco kilómetros por una pequeña carretera de tierra paralela al río llegamos, conducidos por Sophoan, a la casa de su familia. Allí nos esperaban con los brazos abiertos. Era la hora de comer y tenían todo preparado para nosotros. Lo primero tras las presentaciones, agua bien fría para matar la sed de la bicicleta. A continuación, nos acomodamos en la mesa de bambú típica de todas las casas. Elevada sobre el suelo, es una estructura de más o menos ocho metros cuadrados donde se sienta a comer la familia e invitados. El menú, arroz con sopa de pollo. Muy rico y muy sabroso. Sobre todo con el picante, que resultó ser más picante que el que ofrecen en Phnom Penh. En la mesa los hombres (y Camille). Las mujeres y los niños comerían más tarde.

Conforme la conversación (en francés traducido simultáneamente al khmer) se iba animando fueron sacando un brebaje preparado con azúcar de palma. Fermentado de alguna manera, recordaba en cierto modo a la sidra. En Camboya existe la costumbre de que todo el mundo brinde cada vez que uno bebe. Brindamos varias veces animados por el patriarca de la familia, un hombre de cincuenta años que creíamos sin una sola cana hasta que nos confesó que se teñía el pelo. La vanidad existe aquí también. Después de la comida, el postre. Mangos del mismo árbol que nos daba sombra. La mayoría de los que aún tenía el árbol estaban en las ramas más altas. No había problema. Sacaron la herramienta que utilizan para recogerlos. Un palo de más de tres metros de largo con una pequeña cesta para introducir el mango. Al girar, la herramienta corta la rama y el mango queda en la cesta. Me recordó a las herramientas que utiliza mi padre para podar la parra. Aprovecharon la demostración del postre para recoger unos mangos que más tarde nos ofrecerían como regalo.


Tras la comida y el postre un pequeño baño en el Mekong, apenas a cien metros de la casa. Refrescados y agradecidos por la hospitalidad, retomamos el camino rumbo a la Isla de la Seda. Para ello, había que encontrar un barco que nos permitiese cruzar el río. Dar con el embarcadero fue realmente difícil y llegamos a la isla más tarde de lo planeado, por lo que nos limitamos esencialmente a cruzarla. El pueblo de Koh Dach vive esencialmente del trabajo de la seda. En la planta baja de cada casa, un pequeño telar y una explosión de colores. Habrá que hacer una visita más pausada.

Con la tarde empezando a caer, la vuelva a Phnom Penh. El último barco y de nuevo a la vorágine, los ruidos, la gente, los coches. Tras llegar al muelle tocaba cruzar toda la ciudad de Norte a Sur, incluyendo el Puente Japonés. Cosmopolita otra vez en tan sólo unos minutos.


1 comentario:

  1. Hola Alvarito,

    Joder, tienes que habilitar la opción de comentarios anónimos. La gente es muy valiente en youtube, pero muy cobarde y perezosa en blogspot.

    Yo mismo lo hago únicamente borracho de verte actuar en La Barca sin pescador, si no no caería esa breva. Estoy enajenado tras tres horas de voz de pito, digitalizando el archivo del teatro y ya puestos, el familiar.

    Después, están grabados los Power Rangers. Con el logo de Telecinco noventero. Sinónimo de Emilio Aragón con smoking y zupas.

    Te dejo un docu que me pasó un amigo el otro día. Quizás te interese. Research.

    http://www.youtube.com/watch?v=gxAJF6v_I-U&playnext=1&list=PL9A191CDF0643A85A&feature=results_main

    Me alegro de que sigas escribiendo.

    Albers.

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