lunes, 4 de febrero de 2013

Bonne mission!

Después de una semana en Madrid muy ocupada con diversas gestiones administrativas y las primeras despedidas oficiales, París me esperaba. Eran dos los motivos que me llevaban de nuevo a Francia. El primero, reunirme con compañeros de Pour un Sourire d'Enfant para obtener su visión sobre la situación de la ONG. El segundo, asistir a un curso organizado por La Guilde para todos los voluntarios que nos acogemos al programa de Volontariat de solidarité internationale (VSI). La experiencia en ambos casos fue muy positiva.

En París tuve el honor y el placer de alojarme en la casa de Eric en la Île de St. Louis. Eric me acogió como a un miembro más de su familia y se convirtió en un gran cicerone de la ciudad y mejor "guía" si cabe sobre PSE. Con él compartí desayunos y cenas, paseos por París e infinidad de conversaciones sobre Camboya, Francia, España y mil temas más. Resulta verdaderamente gratificante saber que existen personas como él, con un compromiso tan alto con una causa en la que cree y con una energía desbordante para su edad. Estoy seguro de que nos volveremos a ver, sea en Phnom Penh o en París.


La semana en París fue una gran oportunidad para volver a ver a personas que ya había conocido en noviembre. Tuve una entrevista con Jean-Michel, el Presidente de PSE, quien me presentó a Christel, una colaboradora de la ONG que acababa de volver de Camboya. Durante toda la semana, también disfruté de la compañía de Blandine, quien me presentó a su marido Jacques, un auténtico conocedor de Asia que me regaló y dedicó su libro "L'Asie majeure". Pude compartir igualmente una agradable cena en casa de Geoffroy y Corinne, con quienes Eric y yo hablamos largo y tendido sobre PSE. La semana fue, sin duda, muy productiva. Me llevé a Madrid una idea más profunda sobre PSE y volví cargado de ánimos y buenos deseos.

En paralelo conocí en el curso de La Guilde a un grupo estupendo de personas que, como yo, piensan dedicar un año de su vida a hacer proyectos de cooperación. El curso trataba temas de seguridad, sanidad y normas básicas de comunicación y gestión de proyectos para afrontar la interculturalidad. El grupo era de lo más heterogéneo, ya sea por destino, tipología de proyecto, experiencia previa, etc. Bangladesh, Burkina-Fasso, Laos, India, Senegal, Camerún, Nicaragua son algunos de los países a los que iban los compañeros. Y por supuesto Camboya. Conocí a Romain y Véronique, dos compañeros que trabajarán en Phnom Penh con GERES, una ONG vinculada al mundo de las energías renovables. Estoy seguro de que tendré la oportunidad de volver a encontrarme con ellos y contarlo aquí.

El curso en La Guilde duró casi una semana. En una semana pudimos compartir motivaciones y miedos, expectativas y retos, experiencias y enfoques. De todos aprendí algo, a todos intentaré seguir y a muchos espero poder volver a ver. Me alegro de haber pasado por París y me alegro de haber conocido a la gente que he conocido. Ya falta menos para ir a Camboya. Bonne mission à tous!


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